Monday, June 29, 2015

¡Quítate la Máscara!

Parece increíble, pero a muchas personas “decir la verdad los intimida”. Expresar lo que realmente sienten abiertamente es algo que no está dentro de sus capacidades para interactuar con el mundo.

Llamar a las cosas por su nombre sin temor al “qué dirán”,  es una virtud de pocas personas. Es más, el mundo está tan loco, que pareciera que hoy en día decir la verdad, en lugar de ser una virtud se convierte en “un defecto” y hasta termina metiéndote en problemas.

Yo soy una de esas personas que prefiere meterse en problemas por decir la verdad que por decir mentiras. No es que no me importen los demás, precisamente porque me importan y por respeto mutuo, es que no puedo actuar de una manera que termine lastimando a otros o a mí misma.

Una mentira desencadena una serie de sentimientos negativos. Si la gente concientizara el efecto de “mentir”, las cosas serían mejores y habría mayor entendimiento entre las personas. Permitir que una mentira circule también te convierte en mentiroso.

Si bien es cierto que el hecho de hablar con la verdad no implica que uno tiene derecho a ser indiscreto, irrespetuoso, maltratar o menospreciar a los demás, también es cierto que al mentir, ocultar o disfrazar las verdades, se lastima, se daña y decepciona a mucha gente, y esto se convierte en una cadena de sufrimiento, lágrimas, resentimientos y hasta venganza.

Fui criada en un hogar donde todos nos decimos las cosas de frente, (las buenas y las malas). Y precisamente, por hablar claro y con la verdad, pudimos apoyarnos y salir adelante unidos en las situaciones difíciles. 


Fotografía: Corbis.com
Mentir, fingir o disfrazar la verdad, es prácticamente el triste día a día de muchas personas, por el simple hecho de:

  • “Encajar” en un grupo de personas.
  • Ser aceptado por familiares o “amigos”.
  • Mantener un estilo de vida “que no tienen”.
  • Quedar bien con alguien.
  • Ser parte de una conversación.
  • Peor aún, para sacar provecho de algo o de alguien.

“Ojo”, decir la verdad no significa un pase libre o una excusa para ser maleducados, groseros o irrespetuosos, mucho menos se trata de perder nuestra privacidad. Se trata precisamente de ofrecer y exigir respeto. Ser sinceros con los demás realmente puede ayudar más de lo que creemos, el detalle está en "encontrar la manera más sencilla, directa y respetuosa para decir y exigir la verdad".


Dice el dicho “la verdad te hará libre”, y definitivamente es muy acertado. 


Fotografía: Corbis.com

Vivir sin poder expresar lo que nos gusta, pero por voluntad propia, pareciera que es una especie de masoquismo constante. Sin embargo, muchas personas eligen ese camino y terminan viviendo día a día cosas de las que constantemente se quejan sin tener el valor de cambiarlas.

Si bien cada quien elige la manera que quiere vivir su vida, en mi opinión, es un poco confuso cuando encuentro personas que promocionan una “aparente felicidad”, pero viven quejándose de todo lo que no pueden hacer. Peor aún, critican a quienes sí tuvieron el valor de hacer lo que les gusta.

Tuve “amigas” (tiempo pasado), que no podían mantener una conversación sin tener que reportarse cada cinco segundos con su “amo” y cada vez que me decían algo que ellas pensaban, era una tembladera, como en secreto de confesión, "no le vayas a comentar a fulanito que yo dije eso porque me mata". Mejor dicho, me buscaban para desahogarse y luego me excluían de sus actividades de “familia perfecta” , porque yo no encajaba en ese ambiente de máscaras, (eso me producía molestia en un principio, pero después risa y hasta lástima).

En pocas palabras, para encajar en esas llamadas “vidas familiares perfectas” tendría que fingir todo el tiempo, ocultar las cosas que me hacen feliz y me divierten y crear una vida de fantasía. 

Como siempre digo, “me encanta ser una persona respetuosa pero también me encanta que me respeten. Sin respeto mutuo no hay amistad o relación posible, así que el que me quiere de verdad me debe aceptar y respetar como soy”.

Disfruto de una variedad de cosas sin tener que ocultar o sentir vergüenza de ello, desde cocinar y hacer manualidades, hasta viajar, bailar, consentirme, tomarme unos traguitos, o ponerme una minifalda o traje de baño chiquitico y sin complejos.

Me encanta compartir con familiares y amigos, diversos comentarios y fotos en las redes sociales. Lo mismo hago cuando interactúo en persona, no me tengo que esconder, ni ocultar dónde y con quién estaba, mucho menos tener amigos a escondidas o actividades secretas, solo por temor al rechazo.

Eso de la “doble vida” no va conmigo. Simplemente me gusta y trato de vivir día a día lo más feliz y sin complejos posible. Los límites de mi privacidad los elijo yo. Aunque mi vida no es perfecta, yo tuve el valor de decidir vivirla y hacer lo que me gusta con las personas que me agradan y me hacen feliz. 


No quiero ni tengo que fingir o mentir para hacer felices a los demás. Y aunque suene grosero para algunos: “al que no le guste mi vida, eso es problema suyo, vivan su propia vida sin criticar la mía. Vive y deja vivir”.



Fotografía: Corbis.com




Friday, June 19, 2015

“De todas maneras ama”

Este es uno de los consejos más sabios que mi papá me ha dado, y trato de recordarlo en mi vida cotidiana, no son las palabras textuales, pero más o menos dice así: 

...“hijita, a pesar de todo lo malo, hay que seguir adelante, levantarse, arriesgarse y vivir, porque así como hay gente mala, también hay gente buena, te pasarán cosas malas, pero más serán las cosas buenas, solo ten un poco más de cuidado, se más precavida, pero no puedes dejar de confiar en la gente”...

Una tarde caminando con mi hermana en Santiago de Chile, decidimos entrar a una iglesia para darle gracias a Dios por las cosas buenas que nos pasan y específicamente por una nueva bendición que acababa de llegar para ella. Sin pensarlo, encontramos en una pared, unas palabras muy sabias, que complementan lo que mi papi me había dicho anteriormente:


DE TODAS MANERAS AMA

Si eres honesto y franco,
la gente puede defraudarte;
Pero de todas maneras se honesto y franco.

Lo que pasas años construyendo, alguien
Podría destruirlo de la noche a la mañana;
De todas maneras, construye.

Si encuentras serenidad y felicidad,
Pueden estar celosos;
De todas maneras, sé feliz.

El bien que haces hoy,
la gente lo olvidará mañana 
De todas maneras, haz el bien.

Da al mundo lo mejor de ti…

Definitivamente Dios siempre nos ofrece mil maneras de ver las cosas buenas de la vida, el detalle está en no cegarnos y enfrascarnos en lo malo que nos pasó. 

Más allá de enfocarnos en el dolor por la decepción o pérdida que sufrimos, es mejor abrir nuestra mente y nuestro corazón para ver todas las bendiciones que tenemos, y no desperdiciar las nuevas oportunidades que se nos presentan para lograr muchas cosas, quizá hasta mejores que las que creímos haber perdido.

No hay que perder la fe, hay que levantarse, mirar hacia adelante y buscar motivación en cada pequeño detalle de nuestras vidas, para así poder ser felices.


Fotografía: Propiedad de Sonrisas e Historias


Friday, June 12, 2015

¡Cremas de Vegetales para la Cena!


Como saben, me encanta comer vegetales. Para muchos no es atractivo comerlos, pero las cremas son una excelente y deliciosa alternativa para iniciarse en el mundo de los vegetales.

Las cremas de vegetales que yo preparo no llevan lácteos ni papa, por lo tanto son una buena opción para la cena y para los que quieren bajar de peso o mantenerse, ya que contienen pocas calorías.

Se pueden preparar estas cremas de calabacín (zucchini), brócoli, coliflor, zanahoria, celery, ajo porro (puerro), cebollín, etc., del vegetal de su preferencia.


Crema de Calabacín (zucchini). Rinde para tres o cuatro porciones:

Ingredientes:
  • Tres calabacines medianos (zucchini)
  • Una cebolla mediana
  • Un ají dulce verde
  • Dos cebollines
  • Un pedacito de ajo porro (opcional)
  • Un pedacito de pimentón verde
  • Orégano
  • Sal marina
  • Pimienta Negra
  • Comino
  • Romero
  • Agua

Preparación:
  1. Cortar los vegetales en trozos pequeños para que se cocinen rápidamente.
  2. Colocarlos en una olla con poca agua y sal marina, tapar y poner a cocinar por unos diez (10) minutos.
  3. Revisar si están blanditos, apagar y retirar de la hornilla.
  4. Esperar que enfríen un poco y colocar todo en la licuadora.
  5. Licuar durante 2-3 minutos hasta que quede una mezcla homogénea.
  6. Colocar nuevamente en la olla y cocinar a fuego lento hasta que hierva. Probar la sal, y agregar un toque de pimienta negra, orégano, comino y romero.
  7. Retirar, servir y disfrutar.
  8. Pueden agregarle una porción de pechuga de pollo cocida y desmenuzada. También pueden utilizarla como entrada en el almuerzo.

Busquen opciones sanas y sabrosas como ésta, pero no se vayan a dormir sin comerLa cena es muy importante para mantener nuestro metabolismo activo, por lo tanto no es saludable saltarla. 

Dejar de cenar no hará que bajes de peso, por el contrario, la falta de comida incrementa la producción de insulina, provocando debilidad y necesidad de consumir más el día siguiente

Fotografía: Propiedad de Sonrisas e Historias


Tuesday, June 9, 2015

"El Mar: Una de las mejores medicinas para el alma"

Para mí, el significado de unas buenas vacaciones está siempre ligado al olor del mar… Es que el dicho es totalmente cierto “En el mar la vida es más sabrosa”

Desde pequeña he disfrutado siempre el ir a la playa y pasar el día entero allí. En todas las etapas de mi vida siempre he disfrutado del mar en distintas circunstancias, conciertos, parrillas, fiestas, tragos, música, sonrisas, largas siestas, caminatas en la orilla, muchos amigos, familia, romance y hasta unos cuantos sustos.

No soy de las personas que buscan diversión extrema en el mar, yo prefiero sentarme en la orilla y disfrutar del sonido del mar, su olor y el paisaje por horas. Caminar por la orilla, echar cuentos con mi hermana o amigas, o disfrutar de un buen trago mientras recordamos o nos contamos nuevas anécdotas o destrozamos al hombre de turno, jajaja. Definitivamente es un ambiente que me relaja, me calma, me ayuda a pensar mejor las cosas y sencillamente me hace sonreír y sentirme feliz.

No puede faltar un rico pescado frito a la orilla de la playa, unas buenas ostras, o cualquier delicia marina, eso es algo que no tiene precio.

Y para beber…todo depende de la época, la compañía y la cartera. Desde una cervecita bien fría, pasando por guarapita, amaretto con jugo de naranja, hasta el whisky con agua de coco.

Cuando la compañía es buena, y la playa hermosa, “todo es bello” como dice una de mis grandes amigas.

En mi opinión, Venezuela tiene las playas más hermosas que he visitado, la arena blanquita, el agua calientica, el paisaje perfecto y la gente más pintoresca. Realmente me siento afortunada de haber conocido muchas de estas bellezas naturales, y aun me quedan muchas que espero poder por conocer.

Despedir o comenzar el año con un buen baño de playa fue una tradición que por muchos años seguí, incluyendo celebrar el cumple de una de mis grandes amigas los primeros días de enero. El año pasado retomé esta tradición en familia, y después de muchos años tuvimos los cuatro unas vacaciones playeras. 

A pesar de las dificultades económicas que atraviesa Venezuela actualmente, la escasez y lo extremadamente caro que es todo, hicimos un buen esfuerzo para equilibrar todo eso y disfrutar de nuestra familia, y la naturaleza que es simplemente perfecta. Bastó con estar 30 segundos en la playa para desconectarnos de todo lo difícil que significa vivir en Venezuela. Claro, la magia  terminó el segundo que volvimos a la ciudad, pero igual me siento bendecida de esa gran oportunidad de disfrutar con mi familia en un paraíso como el Parque Nacional Morrocoy.

Lo que sí me entristeció mucho, fue ver tanta basura que dejan los temporadistas sin ningún remordimiento, latas y botellas de cerveza, pañales sucios, bolsas vacías de papitas, etc. 


Valoremos las bellezas naturales que Dios nos regaló, no todos tienen la oportunidad de disfrutarla, cuidemos lo que tenemos para que otras personas también lo puedan disfrutar.


Fotografía: Propiedad de Sonrisas e Historias


Tuesday, June 2, 2015

¡La Envidia Mata y Envenena!

Si hay algo que perturba a muchas personas es “LA ENVIDIA”. Pareciera que no pueden soportar el éxito y la felicidad de los demás, o simplemente no se atreven a vivir sus vidas libremente y les incomoda que otros sí lo hagan.

Es increíble ver lo infelices e inseguras que son algunas personas, que hasta son capaces de envidiar la atención que recibe una persona que se encuentra en una situación difícil, o que tiene un problema.

Los envidiosos se identifican rápidamente:

  • Nunca se alegran cuando les das una buena noticia o le cuentas un logro o meta que alcanzaste. Por el contrario les comienza como una extraña parálisis facial y luego te lanzan una sonrisa fingida cuando se sienten obligados por las circunstancias y lo máximo que alcanzan a decirte en tono forzado es "...mmmm que bueno amiga".
  • Si los invitas a celebrar algo especial, evitan asistir y si lo hacen pues evidentemente no se divierten.
  • Esta característica es la que más risa me da: Jamás pero jamás, le darán un like en ninguna red social a tu mejor foto, en la que te ves más bonita, más feliz, más delgada o más sexy. Mucho menos colocarán un comentario positivo al respecto. Parece que se bloquean las funciones "like" o "comment" en sus celulares, pero claro que las ven una y otra vez, y hasta pasa que por error ponen un like y luego lo quitan. Pero sépanlo que eso igual queda registrado jejeje.
  • Si te compraste un carro nuevo, una casa o lo que sea, en lugar de felicitarte, te preguntan ¿por qué no te compraste el otro modelo? ¿por qué no compraste en otra zona?
  • Si les cuentas alguno de tus sueños o proyectos, en lugar de apoyarte y darte buena vibra, te lo critican y te muestran todas las oscuras probabilidades que tienes de que te salga mal, para que lo abandones. Sin contar la mala vibra que te lanzan para que fracases (cosa que se percibe fácilmente).
  • Nunca te dicen un piropo o comentario positivo sobre tu apariencia, alguna cualidad, la comida que preparaste, la ropa que usas o el empleo que tienes. Y cuando lo hacen, usan ese tonito que te hace sentir que te están lanzando un maleficio.
Cuando alcanzas una meta siempre tienen algo que objetar, un pero, una crítica. Por ejemplo:

  • Si adelgazaste: "quedaste demasiado flaca amiga, así no te ves bien"
  • Si subiste de peso: "te vas a enfermar y sufrir de sobrepeso"
  • Si te maquillaste de una manera especial: "te vas a arrugar bien rápido si te sigues maquillando así, es mejor andar natural" 
  • Y si no te maquillas pero te ves bien: "una pinturita amiga, que así no te vas a levantar a nadie"
  • Si tienes un perfume nuevo: "Es muy fuerte, de señora mayor, o ese todo el mundo lo tiene"
Y como esos hay muchos comentarios más:
  • “Deberías usar tacones más altos, o más bajitos”
  • “Es hora de hacer un cambio en tu vida”, (cuando esas personas no saben siquiera el significado de la palabra cambio).
También están los comentarios dañinos o mentiras que nos inventan a nuestras espaldas, por ejemplo:
  • "Ella no es bonita, lo que pasa es que se operó todo y lleva kilos de maquillaje".
  • "Seguro que eso se lo ganó con una palanca".
  • "Debe estar matándose de hambre para estar tan flaca, yo creo que está enferma o tiene anorexia".
  • "Ese ascenso lo consiguió con trampa".
  • "De donde habrá sacado la plata para comprar el carro o la casa, seguro que nada legal, etc.
Lo imposible es que se queden callados, siempre tienen que decir algo porque se están envenenando por dentro, pero los comentarios jamás serán positivos, siempre son críticas destructivas, o sarcasmos y muchas veces acompañadas de chismes e inventos.

Mi única conclusión para describir a estas personas, es que son realmente reprimidos, inseguros, infelices y tienen un constante temor de vivir su propia vida, por eso critican la de los demás.

Nada los hará felices, y yo particularmente no estoy interesada en hacerlos felices. Mi prioridad es Dios, mi felicidad, mis metas, vivir mi vida. Si a alguien le molesta la manera que vivo mi vida, realmente es problema de esa persona, yo no necesito la aprobación de un tercero para sentirme bien conmigo misma. Cuando quiero una opinión, se la pido a la gente que que quiero y  que me quiere, pero la decisión siempre será 100% mía, al igual que las consecuencias que esa decisión implique.

"El respeto es de dos vías. Vive y deja vivir. Y a los envidiosos ignóralos y sigue sonriendo y para adelante con tus triunfos, que eso sí los envenena y los mata lentamente jajajaja".



Fotografía: Corbis.com






Sunday, May 31, 2015

¡Vegetales al vapor, pero con mucho sabor!

Amo comer vegetales, me parece que son sencillamente divinos. Cada vez más y más gente se interesa en comer sano, balancear sus alimentos y sentirse mejor, razón adicional para incluir más vegetales en la dieta diaria. No soy nutricionista, por lo tanto no sabría decir cuáles son las porciones más adecuadas a ingerir o cuáles vegetales incluir en menores o mayores cantidades, pero aplico el sentido común: todo con medida

De lo que sí estoy segura es que son deliciosos, nutritivos y aportan vitaminas, minerales, fibra y alegría.

Entre sus múltiples beneficios, los vegetales:

  • Ayudan a mejorar y fortalecer las defensas, actúan como antioxidantes.
  • Son bajos en calorías.
  • Se digieren fácilmente, mejoran la circulación y el aspecto de la piel.
  • Favorecen al correcto funcionamiento de la flora intestinal.
  • Ayudan a limpiar el organismo, algunos tienen funciones diuréticas que permiten eliminar toxinas y evitan la retención de líquidos.
Estos vegetales al vapor son mis favoritos porque sirven para acompañar todas mis comidas, (carne, pescado, pollo, pavo, mariscos, etc). Son una excelente opción para aquellos que están tratando de reducir el consumo de arroz o pasta, ya que pueden servirse una porción más pequeña y complementar con vegetales para poder tener la sensación de llenura.

Es una receta sencilla, y se pueden preparar porciones grandes y guardarlas en la nevera para tenerlas DISPONIBLES en cualquier momento para acompañar sus comidas.


Ingredientes:


  • Pueden utilizar los vegetales de su preferencia. Yo utilicé: brócoli, celery, ajo porro (puerro), calabacín (zucchini), pimentones (pimientos), zanahoria y cebollín.
  • Media cucharadita de aceite de oliva (pueden usar el que viene en spray)
  • Sal marina o la que tengan a mano (solo una pizca)
  • Pimienta Negra
  • Comino
  • Orégano
  • Albahaca (deshidratada)
  • Romero
  • Un chorrito de agua
  • Una olla con tapa

Preparación:


  1. Lavar bien todos los vegetales.
  2. Cortar/picar los vegetales en trocitos pequeños para que se cocinen fácilmente, pero no tan chiquiticos porque luego se deshacen. Las zanahorias tardan más en cocinar, por eso yo las pico en rodajas delgaditas.
  3. Separar los pimentones/pimientos en otro envase.
  4. Colocar la olla a fuego moderado con el aceite de oliva (media cucharadita o una rociada con el spray).
  5. Agregar todos los vegetales, excepto los pimentones / pimientos, ya que se cocinan muy rápido.
  6. Agregar la sal (solo una pizca).
  7. Agregar pimienta, comino, orégano, albahaca deshidratada y romero al gusto.
  8. Mezclar todo, tapar y dejar cocinar a fuego moderado por 5 minutos.
  9. Destapar, agregar los pimentones/pimientos y de ser necesario agregar un chorrito de agua, revisar la cocción y si aún no están cocidos, tapar y dejar cocinar otro minuto. A mí me gustan un poco duritos, no totalmente cocidos.
  10. Retirar de la hornilla para que no se pasen de cocción.
  11. Servir y ¡disfrutar!
IMPORTANTE: Para guardar en la nevera esperar hasta que estén completamente fríos.


"El consumo de vegetales aporta al organismo grandes beneficios y pocas calorías. Contribuye a controlar el peso o a perderlo, así que a incluirlos en nuestra dieta diaria"


Fotografías: Propiedad de Sonrisas e Historias


Saturday, May 30, 2015

¡El Lago de mis Sueños!

Durante casi tres años este espectacular paisaje fue lo primero que vi al despertar. El paisaje iba cambiando con las estaciones, pero así verdecito es como más me gustaba.
Fotografía: Propiedad de Sonrisas e Historias

Cuando llegué a vivir a EEUU, estaba buscando casa, ésta fue la primera y la única que visité, recuerdo que Heather (la encargada de mostrarme la casa), me dijo "te vas a enamorar de esta vista, es mi favorita y está perfecta para ti" ... pues tuvo toda la razón, fue amor a primera vista jejeje.

La razón por la cual me enamoré de esta casa fue precisamente este paisaje. Fue mi primera casa y el sentirme tan identificada con ella, el sentir la buena vibra que me daba, realmente fue algo muy importante para mí.

En esa casita pasaron las mejores y las peores cosas que pude haber imaginado, fueron tres años muy intensos, llenos de emociones y de eventos trascendentales para mi vida. Se suponía que iba a ser mi nuevo hogar con mi ex-pareja... pero eso, por más que le puse la mejor de las intenciones, empeño, dedicación y amor, realmente no duró mucho. Por el contrario, tuve que pasar mi periodo de desengaño, despecho y divorcio, sola en esa casita, y una de las cosas que me ayudó a levantarme fue precisamente ver el verde de ese paisaje. Pasaba horas contemplándolo y de cierta manera me ayudaba a calmar un poquito.

Este paisaje fue el mejor colirio que podía tener en las mañanas, en las tardes y hasta en las noches, al igual que escuchar el sonido de los árboles,aves y todos los animalitos que por allí pasaban.

Cuando mis padres, hermana y amigos vinieron a visitarme, esa vista fue una de las cosas que más les gustó y admiraron.

En diciembre también se veía espectacular todo cubierto de nieve, pero el frío no era nada fácil, así que simplemente lo disfrutaba sentadita desde la sala y arropadita con una tacita de café o chocolate caliente jejeje. En el verano disfruté haciendo parrillitas y tomándome una cervecita o una sangría a la orilla del lago.

Esa vista espectacular la tenía desde mi habitación, la sala el comedor, el balcón y la cocina. En realidad esa terapia verde fue un complemento perfecto para mi terapia y recuperación tanto mental como física. Realmente esos tres años, frente a “mi lago”, “mi paisaje favorito” (quitando los períodos oscuros), me hicieron valorar y apreciar más mi vida, mis cambios, mi soledad, mi espacio.

También pude entender que la vida pasa rápido y si no la vivo, nadie lo hará por mí y solo yo soy responsable de vivir la feliz. Definitivamente hice una excelente elección cuando me mudé a esa casita, a pesar de estar un poco retirada de la civilización jejeje.


¡Mi vida no es perfecta, pero es mía, y precisamente porque me atrevo a vivirla día a día, es que sé cómo vivirla feliz!



Friday, May 29, 2015

¡No siempre tu Profesión es tu PASIÓN!

¿Cuántas veces nos hemos preguntado si la profesión que escogimos fue la más indicada?. Muchas veces tenemos dudas sobre cuál es nuestra verdadera vocación o pasión y para muchos es difícil hablar abiertamente sobre el tema por temor a ser juzgados o ser motivo de burla. Hay muchas cosas que rodean ese tema y que quiero tratar en este artículo.

Soy Licenciada en Contaduría Pública, con un post grado en Finanzas, cosa que me hace sentir muy orgullosa. Sin embargo esa no es mi única habilidad o mi única pasión, cosa que me encanta.

Desde pequeña siempre tuve facilidad y preferencia por los números y la Matemática, ésta habilidad o fortaleza y mi constancia, me permitieron terminar la universidad a los 21 y empezar a trabajar en mi área mucho antes de eso.

Trabajé como Auditor, Contador, y así fui haciendo mi carrera exitosamente. Me fui a estudiar inglés fuera del país, y aunque no lo crean eso despertó lo que hoy en día es mi gran pasión. Los clubes nocturnos que conocí eran espectaculares y ver tanta gente de distintos países bailando salsa y bailando  tan bien, me fascinó
Desde que tengo uso de razón, me encanta bailar, mis padres son salseros 100%, así que desde pequeña escuchaba la clave y me ponía a bailar, (hasta sola). Y poco a poco descubrí que es una de las cosas que más me equilibra y me llena de satisfacción, sonrisas y felicidad.
Comencé a tomar clases de salsa como un hobby y producto de un despecho jajaja, una de mis amigas me convenció en ir a una clase de salsa porque según ella era buenísima y eso me ayudaría a pasar la página… pero terminé yendo yo sola porque ella nunca apareció. Admito que tenía mis dudas, puesto que yo ya sabía bailar y no quería pagar por eso; pero decidí intentarlo y la energía de la gente que conocí me gustó e hice click rápidamente con muchas personas, así que me seguí asistiendo puntualmente cada semana.
Luego de unos meses, mi hermana se integró a las clases, y terminamos haciendo un buen grupo para salir a bailar y divertirnos. Así surgió la idea de participar en una competencia y nos fue tan bien, que decidimos continuar en la salsa como grupo independiente. Seguimos participando en competencias, exhibiciones y tres de nosotros decidimos abrir nuestra propia academia.
A pesar de los altibajos que tuvimos como equipo, (esto lo profundizaré en otro artículo), durante nueve años mis sábados los dediqué a bailar y bailar. Los primeros dos años únicamente como alumna y parte de un grupo de baile, pero del 2005 al 2012 como directora e instructora de mi propia academia de salsa, esto también implicó que sea coreógrafa, maquillista, peinadora, arreglista de vestuario, y mamá postiza de muchos de los chamos que durante largo tiempo asistieron puntualmente sábado a sábado.
Por épocas bailaba y daba clases prácticamente 24x7 y además de pasarla genial, también pude resolver muchos problemas económicos gracias a eso. Daba clases de lunes a sábado y los domingos entrenaba para presentaciones especiales. Teníamos ensayos en el local donde se encontraba la academia y fuera de los horarios regulares en muchos lugares, (la plaza cubierta de la UCV, el Parque del Este, mi casa -moviendo todos los muebles-, el salón de fiestas de mi edificio, etc), cada vez que había competencia lo único que desayunaba, almorzaba, cenaba y merendaba era salsa jejeje.
Mi mami siempre ha sido mi fan número uno, me acompañó en cada presentación, competencia o evento que realizaba. A veces nos preparaba el refrigerio y me permitía invadir la casa con vestuario, zapatos, maquillaje, alumnos, etc. Además era la camarógrafa oficial, la que organizaba la barra y la que siempre tenía la mejor sonrisa para recibirnos a todos. Mi papi también fue gran apoyo, pero definitivamente mi mami disfrutaba plenamente de todo el ambiente.

Para algunos de mis amigos fue una locura que yo dedicara tanto tiempo a la salsa, (me criticaban a mis espaldas jajaja), no entendían que eso era lo que realmente me gustaba, muchas veces se les notaba la molestia cuando yo no quería rumbear hasta tarde los viernes porque el sábado me tocaba jornada intensa de 9am a7-8 pm o no podía ir a la playa el domingo porque tenía ensayo. Otros en cambio, jamás me juzgaron, por el contrario, me apoyaron y hasta se sentían orgullosos de lo que yo hacía y muchas veces fueron a verme y disfrutaron del show, otros hasta clases particulares me pidieron, hoy en día siguen siendo mis amigos.

Yo salía de mi trabajo oficial para dar clases o ir a un ensayo, y la maleta de mi carro siempre estaba llena de cosas de la academia. Sin contar mi iPod que es 95% salsa jajaja. 
Le di clases a tanta gente desde niños de 6 años hasta adultos de 65. Preparé coreografías para cuadrillas de 15 años, bodas, actos escolares, fiestas, competencias, exhibiciones, etc. También di clases recreativas en empresas públicas y privadas, para grupos familiares o de amigos, en fin, todas las variaciones posibles y siempre lo disfruté 100%. 

En mis inicios reconozco que tenía terror de pararme frente al grupo de gente e “intentar” enseñarles a bailar jejeje, pero nunca me rendí, me dediqué a mejorar y siempre salí a dar clases con mi mejor sonrisa. Poco a poco fui ganando confianza y desarrollando más y mejores estrategias para la enseñanza. Hoy en día me siento orgullosa de haber enseñado a bailar a tanta gente que confió en mí y lo que más me llena es ver que eso ayudó a muchos a superar la timidez, ampliar su círculo social o simplemente pasar un rato agradable y sano. También aprendí mucho sobre la enseñanza de la salsa de un gran amigo y director de otra academia, quien siempre fue un gran apoyo y me acompañó durante todo este proceso.

En la academia siempre reinó un ambiente de alegría, confianza, compañerismo y solidaridad, llegamos a ser como una especie de familia grande, a pesar de las diferencias de todos sus integrantes. Logré hacer excelentes amistades que conservo a través de los años y aprendí muchísimo de todos y cada uno de mis alumnos, muchos de ellos son ahora parte de mi familia de corazón. A pesar que yo era súper estricta y hacía siempre cumplir las normas dentro de la academia, desarrollé una habilidad para hacerlo con respeto, humor pero siempre firme. Di y recibí respeto y mucho cariño de mis niños (así los llamo), es por eso que esta época tiene un significado tan especial para mí.
Yo me atreví a realizar mi sueño y le doy gracias a Dios por permitirme hacerlo. Simplemente ignoré los comentarios negativos y los complejos de la gente y me enfoqué en lo que yo quería hacer hasta que lo logré y aunque por razones de la vida tuve que poner en stand by la academia, ”mi academia”, "la academia que muchos extrañamos", puedo decir que disfruté intensamente todos y cada uno de mis días especialmente los sábados salseros, durante 9 años. Sé que pronto volveré a disfrutar de la salsa, las clases y la maravillosa energía y felicidad que eso me produce.

“Muchas veces la gente critica las cosas que no se atreve a hacer, no permitas que los complejos de los demás se interpongan en el logro de sus sueños, atrévete a realizarlos, ¡si se puede, confía en ti!”


Fotografía: Corbis.com

Thursday, May 28, 2015

¡Preguntas que se vuelven Incómodas y Respuestas que te Condenan!

¿Qué hacer cuando te preguntan?: ¿eres casada?, seguida de… ¿y tienes hijos?... Esa no es la parte incómoda, lo incómodo viene después que respondes: “no, no estoy casada”, “no, no tengo hijos” y te ponen una cara como si les acabaras de decir que tienes una enfermedad terminal o sumamente contagiosa. No sabría decir si sienten una especie de lástima o simplemente es una manera de “etiquetarte o segregarte” del resto del mundo que si tiene hijos o si está casado.

Luego viene la pregunta complementaria ¿pero cuántos años tienes?, como para ellos determinar “si ya te dejó el autobús”. Y yo me pregunto: ¿Dónde dice que todos tenemos que montarnos en el mismo autobús y a la misma hora? ¿Dónde dice que de hecho tenemos que montarnos en el bendito autobús? Lo peor viene si te atreves a decirles: “yo no me quiero casar” o “yo no quiero tener hijos”, ahí sí es verdad que te conviertes automáticamente en una especie de anticristo para ellos.

Otra pregunta que se torna incómoda es ¿tienes mascota?, y líbrate de todo mal si la respuesta es “no, no tengo mascotas porque no me gustan”. Eso para muchos es un pecado capital…

Después de haber respondido negativamente a una o todas estas preguntas comienzan los comentarios fuera de lugar como:

  • Nada como la seguridad de tener un hombre a tu lado
  • Una mujer no está completa hasta que es madre.
  • Si no tienes hijos te vas a quedar sola.
  • Si no tienes un perro no sabes lo que es amor verdadero.
  • Y muchos comentarios más que prefiero no mencionar.
Me parece normal que la gente pregunte por tu estado civil, si tienes hijos, mascotas, etc., así como es normal preguntar por tu profesión, deporte favorito, música preferida, o la comida que más amas. Todo eso forma parte de una conversación o interacción y todos buscamos situaciones o cosas que nos permitan conocer a las personas y encontrar aspectos que nos vinculen.

Lo que también debería ser normal es aceptar la respuesta que te den, sea cual sea. Parece que estos temas son más delicados que la religión o la política y hay personas con poca tolerancia a las opiniones o decisiones diferentes; por lo que terminan en momentos incómodos y hasta discusiones eternas. 

Es entonces cuando provoca responder con otra pregunta ¿Y tú eres de verdad feliz por el hecho de tener esposo, hijos o mascotas? Dudo que estas personas que te juzgan respondan de inmediato...

Puntualicé algunos hechos que vale la pena reflexionar:
  • Hay madres que llegaron a serlo “por accidente”, planificadamente, "a propósito", hay víctimas de abusos, y otras que criaron hijos ajenos por diversas razones. 
  • Existen padres maravillosos (como los míos y muchos buenos amigos y conocidos), pero también hay padres que no quieren a sus hijos, los maltratan, los abandonan, abusan de ellos, etc.
  • Presenciamos matrimonios hermosos como matrimonios que llevan años siendo infelices, llenos de infidelidad, agresión e irrespeto y también matrimonios de pura apariencia o conveniencia.
  • Están los que tienen mascotas muy lindas, que las cuidan como merecen; en contraposición están los que las tienen en espacios inadecuados, las dejan solas por largas horas y luego les pegan porque hicieron desastres en la casa, a los que no les importa que hagan sus necesidades en espacios comunes a otro vecino y mucho menos si muerde o ataca a otra persona, sin olvidar que se acuerdan de bañarlos cuando ya el olor no los deja vivir.
  • Cualquiera que sea la razón, fue una decisión personal traer a esos niños al mundo o aceptarlos en sus vidas, así como contraer matrimonio y comprar o adoptar una mascota (otro tema que genera controversia). 
"De ninguna manera estas decisiones garantizan que serán buenos padres y mucho menos implica que sean buenos seres humanos".

Nunca niego mi edad, tengo 40 años, soy divorciada, no tengo hijos y no tengo mascotas porque soy alérgica y además no me gustan (no las odio, simplemente no me gustan). Pero puedo decir con toda honestidad que ¡soy una persona feliz!. 

Me encantan los niños, me llevo de maravilla con ellos, y estoy felizmente rodeada de niños y adolescentes casi todo el día. Tengo muchos ahijados, sobrinos y hasta “hijos de corazón” pero no tengo ninguno propio. No considero que deba dar explicaciones del ¿por qué?, pero si bien es algo que me encantaría, no quiero hacerlo de manera impuesta o simplemente “para encajar en la sociedad”. Ser madre será una parte importante de mi vida, más no lo único importante en mi vida. Y si por alguna razón no consigo tener un bebé propio, es algo con lo que solo yo tendré que lidiar.

Vengo de una familia de cuatro: mamá, papá, mi hermana y yo. Para mí el cuarteto perfecto, aunque admito que muchas veces quise tener un hermano para que me hiciera la vida más fácil jejejeje (que se ocupe del carro, diligencias engorrosas, reparaciones y hasta darle unos buenos trancazos a quien se meta conmigo jajaja). Las únicas mascotas que tuvimos fueron pececitos de todos los colores y una mini tortuguita. Crecí rodeada de mucho amor, apoyo, pero sobre todo muchas sonrisas. Creo que el sonreír a rienda suelta es una característica de mi familia, siempre estamos echando broma y de cualquier situación sacamos un chiste, incluso disfrutamos chalequeándonos unos a otros. Todo esto siempre dentro de un ambiente de respeto mutuo y confianza.

Siempre me he sentido respetada por mi familia y dueña de absolutamente todas las decisiones que he tomado, y cada vez que me equivoco sigo siendo respetada y apoyada por ellos. Por esa razón no soy de las personas que pueda tolerar que “la juzguen” por las decisiones de vida que toma.


Fotografía: Corbis.com

Más allá de simplemente expresar mi opinión, quiero expresar mi molestia por aquellas personas que hacen sentir excluidas a otras por el simple hecho de no querer o poder casarse, tener un hijo, convivir con una mascota o realizar un proyecto de vida “obligatorio” para ser parte de un grupo. No estoy de acuerdo con que la gente juzgue las decisiones de vida de los demás sin siquiera conocer a la persona. Para mi es una cuestión de respeto y tolerancia a las diferencias. Cada quien tiene derecho a decidir cuándo y cómo realiza sus proyectos de vida o toma de decisiones.

Nadie tiene el derecho de hacer sentir mal a los demás por tener una situación de vida diferente. Todo en la vida cambia de un momento a otro, y muchas veces de manera radical, nadie tiene la felicidad garantizada por el simple hecho de haberse casado y tener cinco hijos y dos perros. 


Lo más importante es vivir la vida y dejar vivir a los demás, valorarse y ser feliz con lo mucho o poco que se tenga. 

Pero sobretodo dar y exigir RESPETO, esa es la clave de todo.





Wednesday, May 27, 2015

¡Descubriendo la Chef que hay en Mí!

Una de las mejores cosas que experimenté en mi periodo de recuperación y que a la vez fue terapéutico y me ayudó a sobrellevar la soledad, fue la cocina, si, la cocina!!!.

Si bien tuve un periodo largo de depresión, que me originó una especie de desorden alimenticio, también es cierto que cocinar de una manera diferente me ayudó a recuperar un peso saludable, las ganas de pararme de la cama, y aprendí a disfrutar de mi tiempo a solas creando cosas en la cocina.

Yo sabía cocinar, pero nunca me había puesto a inventar recetas o preparar platillos que consideraba difíciles. Sin darme cuenta comencé un estilo de vida interesante y aprendí a disfrutar cada cosa que preparo para comer, desde un simple sándwich, hasta un pasticho, un pabellón o una paella. Tengo una lista larga de platillos que perfeccioné y hasta inventé, lo que más me encanta preparar son desayunos, ensaladas y platillos con pescado y mariscos.

Cocinar me ayudó a controlar mi estado de ansiedad y hasta las taquicardias nerviosas que me daban, prácticamente desaparecieron. 

Hay detalles de la cocina que particularmente me ayudaban a calmarme, por ejemplo: 
  • Picar en trocitos pequeños todas las verduras y vegetales.
  • Combinar variedad de colores en los alimentos.
  • Agregar especias y hierbas aromáticas.
  • Decorar y arreglar la mesa y el plato que me iba a servir, aun cuando la única comensal era yo.
  • Limpiar y organizar la cocina después de terminar de cocinar (nunca pensé que diría algo así,jajaja). De hecho es un hábito que conservo antes de irme a dormir.

Me volví muy metódica y detallista para elaborar y servir cada platillo y aprendí a disfrutar de ese nuevo hobby. Me sentía orgullosa de mi misma cada vez que terminaba de cocinar y me sentaba a disfrutar de la comida. 


Increíblemente y sin planificarlo, la cocina se convirtió en MI LUGAR FAVORITO, a pesar que meses atrás era el rincón de mi casa que más miedo me producía, ya que me hacía sentir sola, triste, asustada, me recordaba cosas malas.

Cocinar me ayudó de muchas maneras, produjo grandes cambios positivos en mí (los cuales necesitaba con urgencia en ese momento), en pocas palabras “fue una especie de terapia complementaria para levantarme, recobrar la confianza en mí misma y volver a sonreír”.

No soy psicóloga, pero si tengo que resumir en una lista los beneficios que el arte de cocinar produjo en mí, los puntualizaría así:

  1. Disminuyeron mis niveles de ansiedad y angustia.
  2. Me produjo un efecto calmante y relajante (como el tilo o la manzanilla para algunos jejeje).
  3. Reforcé mi autoestima al ver lo rico y bellos que me quedaban los platillos
  4. Disminuyeron mis miedos al atreverme a probar con recetas o ingredientes nuevos.
  5. Mientras cocinaba, se borraba de mi mente cualquier preocupación o pensamiento negativo, por el contrario, me recargaba de energía positiva.
  6. Recuperé parte de mi sentido de la concentración, ya que en esa época me volví más dispersa que nunca.
  7. Me produjo y sigue produciendo alegría, felicidad y por lo tanto me hace sonreír.

Importante:

El kit perfecto que acompañó y sigue acompañándome en la cocina está formado por mi Ipad, UVideos y Netflix jejeje. Nunca he podido realizar una sola actividad a la vez, siempre necesito mínimo dos cosas para poderme concentrar. Así que además de los beneficios que obtuve cocinando, también me actualicé en todas las series, películas y novelas existentes.


"Por muy mal que te sientas, trata de identificar algo que te guste o te pueda producir un poquito de alegría, en las cosas más sencillas puedes encontrar la mejor ayuda que te puedas imaginar"


Fotografías: Propiedad de Sonrisas e Historias




Tuesday, May 26, 2015

¡Las Mentiras solo traen más Mentiras!

Todos hemos dicho una mentirita blanca alguna vez en la vida… Pero hay personas que eligen la mentira como un estilo de vida, así como lo leen: “UN ESTILO DE VIDA”. Cuando esto sucede es cuando todos los que estamos alrededor de los mentirosos nos vemos afectados de una u otra forma. Las mentiras siempre terminan en drama, dolor, lágrimas, decepción, ira, rabia, venganza y una cantidad de sentimientos negativos que solo destruyen y destruyen.

Me costó mucho aceptar que había unido mi vida a un mentiroso, y eso desencadenó una serie de eventos que pasaron de ser desagradables a dolorosos e incluso destructivos. Cuando descubrí las mentiras de mi pareja (hoy en día ex-esposo), pasé días y hasta meses tratando de entender, justificar o buscar una explicación a todo el daño que esto me hizo, y le hizo a mi familia y amigos. Lo único que logré con esto fue perder el tiempo, porque no hay explicación posible ni suficiente para justificar el engaño y el daño que recibe una persona que confía y entrega de corazón, su tiempo, dedicación y muchas otras cosas más, hasta dinero.

Después de mucho tiempo… entendí que los mejores remedios para enfrentar las consecuencias de las mentiras recibidas fueron el tiempo y el enfoque, (así de cursi pero cierto). No hay nada que se pueda hacer para remediar el pasado, tampoco sirve auto flagelarse por sentirse débil, tonta, confiada, etc.; muchos CAEMOS POR INOCENTES alguna vez en nuestra vida y eso no es ningún pecado, eso es ser HUMANO, lo importante es analizar bien toda la situación y determinar lo que queremos hacer de allí en adelante, porque el futuro si lo podemos planificar y cambiar.El sentirme engañada afectó mi autoestima, mis ganas de vivir, los planes que tanto había anhelado, mi salud, hasta mi aspecto físico. Descubrir que había estado viviendo un mundo de mentiras fue demasiado fuerte para mí en ese momento y pues lamentablemente me derrumbé y empecé a deteriorarme en muchos aspectos de mi vida.

No sabría decir exactamente en qué momento o que cosa me hizo reaccionar y despertar a la nueva percepción de vida que tengo hoy en día, pero sí puedo decir que una vez que empecé a levantarme, la mejora fue progresiva.
Tengo que agradecer a mi gran amigo Luis por haberme sugerido y recomendado trabajar con una excelente psicóloga, que más que hacerme terapia, lo que hizo fue escucharme, entenderme y guiarme en ese camino de reconstruir mi vida y levantarme de esa profunda decepción que sufrí. Me ayudó muchísimo el pedir ayuda profesional, ya que poco a poco me estaba hundiendo en la tristeza y no podía siquiera realizar cosas tan simples como tomar una ducha, comer, peinarme o hacer la cama, mucho menos pensaba en salir de mi casa o comunicarme con nadie.

Esta terapia me permitió aceptar lo que para mí era inaceptable, me ayudó a entender que no tengo control sobre las malas acciones de los demás. Lo más importante fue entender que yo si merezco que me pasen cosas buenas, pero para disfrutar de ellas, inevitablemente debo lidiar con las malas también y saber equilibrar mi balanza personal con cosas positivas, con cosas que me llenen y me hagan feliz. Para ello tuve también que dejar de hacer y dejar de permitir cosas que sencillamente no me gustaban así como no aceptar situaciones sin beneficio alguno para mí, todo esto sin sentir remordimientos.

Yo siempre había tenido una personalidad dominante pero no impositiva, siempre estaba dispuesta a expresar lo que pensaba y sentía, sin embargo con mi pareja permití muchas cosas que me llevaron a todo este desenlace dramático y doloroso.

No puedo decir que hoy en día tengo la vida perfecta, puesto que aún sigo lidiando con mis problemas, pero lo que si me llena de satisfacción es que todos los días me voy a dormir satisfecha con mis acciones y decisiones del día y me levanto con ganas de seguir buscando alternativas para enfrentar mis problemas. Me siento satisfecha con la persona que soy, me siento feliz de haber dejado atrás el lastre que me impedía sonreír y vivir, y sigo en la constante e interesante búsqueda de la felicidad, ya que eso es algo se convirtió en un hábito sano para mi vida.

Hoy en día evito engancharme en relaciones o situaciones que no me producen felicidad, alegría o por lo menos tranquilidad y confianza. Le doy el lugar y tiempo que considero justos a cada persona en mi vida. Antepongo mis necesidades a cualquier favor o ayuda que pueda ofrecer, porque definitivamente esta frase es muy cierta “PARA PODER AYUDAR A ALGUIEN MÁS, PRIMERO DEBO ESTAR SEGURA QUE YO ESTOY BIEN”. Y lo más importante, cuando siento que alguien me dice mentiras o se quiere aprovechar de alguna forma de mi confianza, tomo una de estas dos acciones: se lo digo de frente para que no me vea la cara de tonta, o me alejo definitivamente para no contaminarme.

Evito o modero mi interacción con personas misteriosas, complicadas, que siempre tienen un cuento o excusa para todo, las que quieren jugar al vivo, las que nunca tienen tiempo para nada, las que dicen que “todo lo saben”, en fin, trato de rodearme de gente con energía positiva y que comparta mi sentido dela moralidad y convivencia sana.


Trato de vivir mi vida un día a la vez y sobre todo VIVO cada momento como el más especial de todos. Esto no me garantiza el no volver a equivocarme, pero si me permite disfrutar más y establecer mis prioridades para sentirme mejor en todos los sentidos.


Fotografía: Corbis.com