Friday, May 29, 2015

¡No siempre tu Profesión es tu PASIÓN!

¿Cuántas veces nos hemos preguntado si la profesión que escogimos fue la más indicada?. Muchas veces tenemos dudas sobre cuál es nuestra verdadera vocación o pasión y para muchos es difícil hablar abiertamente sobre el tema por temor a ser juzgados o ser motivo de burla. Hay muchas cosas que rodean ese tema y que quiero tratar en este artículo.

Soy Licenciada en Contaduría Pública, con un post grado en Finanzas, cosa que me hace sentir muy orgullosa. Sin embargo esa no es mi única habilidad o mi única pasión, cosa que me encanta.

Desde pequeña siempre tuve facilidad y preferencia por los números y la Matemática, ésta habilidad o fortaleza y mi constancia, me permitieron terminar la universidad a los 21 y empezar a trabajar en mi área mucho antes de eso.

Trabajé como Auditor, Contador, y así fui haciendo mi carrera exitosamente. Me fui a estudiar inglés fuera del país, y aunque no lo crean eso despertó lo que hoy en día es mi gran pasión. Los clubes nocturnos que conocí eran espectaculares y ver tanta gente de distintos países bailando salsa y bailando  tan bien, me fascinó
Desde que tengo uso de razón, me encanta bailar, mis padres son salseros 100%, así que desde pequeña escuchaba la clave y me ponía a bailar, (hasta sola). Y poco a poco descubrí que es una de las cosas que más me equilibra y me llena de satisfacción, sonrisas y felicidad.
Comencé a tomar clases de salsa como un hobby y producto de un despecho jajaja, una de mis amigas me convenció en ir a una clase de salsa porque según ella era buenísima y eso me ayudaría a pasar la página… pero terminé yendo yo sola porque ella nunca apareció. Admito que tenía mis dudas, puesto que yo ya sabía bailar y no quería pagar por eso; pero decidí intentarlo y la energía de la gente que conocí me gustó e hice click rápidamente con muchas personas, así que me seguí asistiendo puntualmente cada semana.
Luego de unos meses, mi hermana se integró a las clases, y terminamos haciendo un buen grupo para salir a bailar y divertirnos. Así surgió la idea de participar en una competencia y nos fue tan bien, que decidimos continuar en la salsa como grupo independiente. Seguimos participando en competencias, exhibiciones y tres de nosotros decidimos abrir nuestra propia academia.
A pesar de los altibajos que tuvimos como equipo, (esto lo profundizaré en otro artículo), durante nueve años mis sábados los dediqué a bailar y bailar. Los primeros dos años únicamente como alumna y parte de un grupo de baile, pero del 2005 al 2012 como directora e instructora de mi propia academia de salsa, esto también implicó que sea coreógrafa, maquillista, peinadora, arreglista de vestuario, y mamá postiza de muchos de los chamos que durante largo tiempo asistieron puntualmente sábado a sábado.
Por épocas bailaba y daba clases prácticamente 24x7 y además de pasarla genial, también pude resolver muchos problemas económicos gracias a eso. Daba clases de lunes a sábado y los domingos entrenaba para presentaciones especiales. Teníamos ensayos en el local donde se encontraba la academia y fuera de los horarios regulares en muchos lugares, (la plaza cubierta de la UCV, el Parque del Este, mi casa -moviendo todos los muebles-, el salón de fiestas de mi edificio, etc), cada vez que había competencia lo único que desayunaba, almorzaba, cenaba y merendaba era salsa jejeje.
Mi mami siempre ha sido mi fan número uno, me acompañó en cada presentación, competencia o evento que realizaba. A veces nos preparaba el refrigerio y me permitía invadir la casa con vestuario, zapatos, maquillaje, alumnos, etc. Además era la camarógrafa oficial, la que organizaba la barra y la que siempre tenía la mejor sonrisa para recibirnos a todos. Mi papi también fue gran apoyo, pero definitivamente mi mami disfrutaba plenamente de todo el ambiente.

Para algunos de mis amigos fue una locura que yo dedicara tanto tiempo a la salsa, (me criticaban a mis espaldas jajaja), no entendían que eso era lo que realmente me gustaba, muchas veces se les notaba la molestia cuando yo no quería rumbear hasta tarde los viernes porque el sábado me tocaba jornada intensa de 9am a7-8 pm o no podía ir a la playa el domingo porque tenía ensayo. Otros en cambio, jamás me juzgaron, por el contrario, me apoyaron y hasta se sentían orgullosos de lo que yo hacía y muchas veces fueron a verme y disfrutaron del show, otros hasta clases particulares me pidieron, hoy en día siguen siendo mis amigos.

Yo salía de mi trabajo oficial para dar clases o ir a un ensayo, y la maleta de mi carro siempre estaba llena de cosas de la academia. Sin contar mi iPod que es 95% salsa jajaja. 
Le di clases a tanta gente desde niños de 6 años hasta adultos de 65. Preparé coreografías para cuadrillas de 15 años, bodas, actos escolares, fiestas, competencias, exhibiciones, etc. También di clases recreativas en empresas públicas y privadas, para grupos familiares o de amigos, en fin, todas las variaciones posibles y siempre lo disfruté 100%. 

En mis inicios reconozco que tenía terror de pararme frente al grupo de gente e “intentar” enseñarles a bailar jejeje, pero nunca me rendí, me dediqué a mejorar y siempre salí a dar clases con mi mejor sonrisa. Poco a poco fui ganando confianza y desarrollando más y mejores estrategias para la enseñanza. Hoy en día me siento orgullosa de haber enseñado a bailar a tanta gente que confió en mí y lo que más me llena es ver que eso ayudó a muchos a superar la timidez, ampliar su círculo social o simplemente pasar un rato agradable y sano. También aprendí mucho sobre la enseñanza de la salsa de un gran amigo y director de otra academia, quien siempre fue un gran apoyo y me acompañó durante todo este proceso.

En la academia siempre reinó un ambiente de alegría, confianza, compañerismo y solidaridad, llegamos a ser como una especie de familia grande, a pesar de las diferencias de todos sus integrantes. Logré hacer excelentes amistades que conservo a través de los años y aprendí muchísimo de todos y cada uno de mis alumnos, muchos de ellos son ahora parte de mi familia de corazón. A pesar que yo era súper estricta y hacía siempre cumplir las normas dentro de la academia, desarrollé una habilidad para hacerlo con respeto, humor pero siempre firme. Di y recibí respeto y mucho cariño de mis niños (así los llamo), es por eso que esta época tiene un significado tan especial para mí.
Yo me atreví a realizar mi sueño y le doy gracias a Dios por permitirme hacerlo. Simplemente ignoré los comentarios negativos y los complejos de la gente y me enfoqué en lo que yo quería hacer hasta que lo logré y aunque por razones de la vida tuve que poner en stand by la academia, ”mi academia”, "la academia que muchos extrañamos", puedo decir que disfruté intensamente todos y cada uno de mis días especialmente los sábados salseros, durante 9 años. Sé que pronto volveré a disfrutar de la salsa, las clases y la maravillosa energía y felicidad que eso me produce.

“Muchas veces la gente critica las cosas que no se atreve a hacer, no permitas que los complejos de los demás se interpongan en el logro de sus sueños, atrévete a realizarlos, ¡si se puede, confía en ti!”


Fotografía: Corbis.com

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