Sunday, May 31, 2015

¡Vegetales al vapor, pero con mucho sabor!

Amo comer vegetales, me parece que son sencillamente divinos. Cada vez más y más gente se interesa en comer sano, balancear sus alimentos y sentirse mejor, razón adicional para incluir más vegetales en la dieta diaria. No soy nutricionista, por lo tanto no sabría decir cuáles son las porciones más adecuadas a ingerir o cuáles vegetales incluir en menores o mayores cantidades, pero aplico el sentido común: todo con medida

De lo que sí estoy segura es que son deliciosos, nutritivos y aportan vitaminas, minerales, fibra y alegría.

Entre sus múltiples beneficios, los vegetales:

  • Ayudan a mejorar y fortalecer las defensas, actúan como antioxidantes.
  • Son bajos en calorías.
  • Se digieren fácilmente, mejoran la circulación y el aspecto de la piel.
  • Favorecen al correcto funcionamiento de la flora intestinal.
  • Ayudan a limpiar el organismo, algunos tienen funciones diuréticas que permiten eliminar toxinas y evitan la retención de líquidos.
Estos vegetales al vapor son mis favoritos porque sirven para acompañar todas mis comidas, (carne, pescado, pollo, pavo, mariscos, etc). Son una excelente opción para aquellos que están tratando de reducir el consumo de arroz o pasta, ya que pueden servirse una porción más pequeña y complementar con vegetales para poder tener la sensación de llenura.

Es una receta sencilla, y se pueden preparar porciones grandes y guardarlas en la nevera para tenerlas DISPONIBLES en cualquier momento para acompañar sus comidas.


Ingredientes:


  • Pueden utilizar los vegetales de su preferencia. Yo utilicé: brócoli, celery, ajo porro (puerro), calabacín (zucchini), pimentones (pimientos), zanahoria y cebollín.
  • Media cucharadita de aceite de oliva (pueden usar el que viene en spray)
  • Sal marina o la que tengan a mano (solo una pizca)
  • Pimienta Negra
  • Comino
  • Orégano
  • Albahaca (deshidratada)
  • Romero
  • Un chorrito de agua
  • Una olla con tapa

Preparación:


  1. Lavar bien todos los vegetales.
  2. Cortar/picar los vegetales en trocitos pequeños para que se cocinen fácilmente, pero no tan chiquiticos porque luego se deshacen. Las zanahorias tardan más en cocinar, por eso yo las pico en rodajas delgaditas.
  3. Separar los pimentones/pimientos en otro envase.
  4. Colocar la olla a fuego moderado con el aceite de oliva (media cucharadita o una rociada con el spray).
  5. Agregar todos los vegetales, excepto los pimentones / pimientos, ya que se cocinan muy rápido.
  6. Agregar la sal (solo una pizca).
  7. Agregar pimienta, comino, orégano, albahaca deshidratada y romero al gusto.
  8. Mezclar todo, tapar y dejar cocinar a fuego moderado por 5 minutos.
  9. Destapar, agregar los pimentones/pimientos y de ser necesario agregar un chorrito de agua, revisar la cocción y si aún no están cocidos, tapar y dejar cocinar otro minuto. A mí me gustan un poco duritos, no totalmente cocidos.
  10. Retirar de la hornilla para que no se pasen de cocción.
  11. Servir y ¡disfrutar!
IMPORTANTE: Para guardar en la nevera esperar hasta que estén completamente fríos.


"El consumo de vegetales aporta al organismo grandes beneficios y pocas calorías. Contribuye a controlar el peso o a perderlo, así que a incluirlos en nuestra dieta diaria"


Fotografías: Propiedad de Sonrisas e Historias


Saturday, May 30, 2015

¡El Lago de mis Sueños!

Durante casi tres años este espectacular paisaje fue lo primero que vi al despertar. El paisaje iba cambiando con las estaciones, pero así verdecito es como más me gustaba.
Fotografía: Propiedad de Sonrisas e Historias

Cuando llegué a vivir a EEUU, estaba buscando casa, ésta fue la primera y la única que visité, recuerdo que Heather (la encargada de mostrarme la casa), me dijo "te vas a enamorar de esta vista, es mi favorita y está perfecta para ti" ... pues tuvo toda la razón, fue amor a primera vista jejeje.

La razón por la cual me enamoré de esta casa fue precisamente este paisaje. Fue mi primera casa y el sentirme tan identificada con ella, el sentir la buena vibra que me daba, realmente fue algo muy importante para mí.

En esa casita pasaron las mejores y las peores cosas que pude haber imaginado, fueron tres años muy intensos, llenos de emociones y de eventos trascendentales para mi vida. Se suponía que iba a ser mi nuevo hogar con mi ex-pareja... pero eso, por más que le puse la mejor de las intenciones, empeño, dedicación y amor, realmente no duró mucho. Por el contrario, tuve que pasar mi periodo de desengaño, despecho y divorcio, sola en esa casita, y una de las cosas que me ayudó a levantarme fue precisamente ver el verde de ese paisaje. Pasaba horas contemplándolo y de cierta manera me ayudaba a calmar un poquito.

Este paisaje fue el mejor colirio que podía tener en las mañanas, en las tardes y hasta en las noches, al igual que escuchar el sonido de los árboles,aves y todos los animalitos que por allí pasaban.

Cuando mis padres, hermana y amigos vinieron a visitarme, esa vista fue una de las cosas que más les gustó y admiraron.

En diciembre también se veía espectacular todo cubierto de nieve, pero el frío no era nada fácil, así que simplemente lo disfrutaba sentadita desde la sala y arropadita con una tacita de café o chocolate caliente jejeje. En el verano disfruté haciendo parrillitas y tomándome una cervecita o una sangría a la orilla del lago.

Esa vista espectacular la tenía desde mi habitación, la sala el comedor, el balcón y la cocina. En realidad esa terapia verde fue un complemento perfecto para mi terapia y recuperación tanto mental como física. Realmente esos tres años, frente a “mi lago”, “mi paisaje favorito” (quitando los períodos oscuros), me hicieron valorar y apreciar más mi vida, mis cambios, mi soledad, mi espacio.

También pude entender que la vida pasa rápido y si no la vivo, nadie lo hará por mí y solo yo soy responsable de vivir la feliz. Definitivamente hice una excelente elección cuando me mudé a esa casita, a pesar de estar un poco retirada de la civilización jejeje.


¡Mi vida no es perfecta, pero es mía, y precisamente porque me atrevo a vivirla día a día, es que sé cómo vivirla feliz!



Friday, May 29, 2015

¡No siempre tu Profesión es tu PASIÓN!

¿Cuántas veces nos hemos preguntado si la profesión que escogimos fue la más indicada?. Muchas veces tenemos dudas sobre cuál es nuestra verdadera vocación o pasión y para muchos es difícil hablar abiertamente sobre el tema por temor a ser juzgados o ser motivo de burla. Hay muchas cosas que rodean ese tema y que quiero tratar en este artículo.

Soy Licenciada en Contaduría Pública, con un post grado en Finanzas, cosa que me hace sentir muy orgullosa. Sin embargo esa no es mi única habilidad o mi única pasión, cosa que me encanta.

Desde pequeña siempre tuve facilidad y preferencia por los números y la Matemática, ésta habilidad o fortaleza y mi constancia, me permitieron terminar la universidad a los 21 y empezar a trabajar en mi área mucho antes de eso.

Trabajé como Auditor, Contador, y así fui haciendo mi carrera exitosamente. Me fui a estudiar inglés fuera del país, y aunque no lo crean eso despertó lo que hoy en día es mi gran pasión. Los clubes nocturnos que conocí eran espectaculares y ver tanta gente de distintos países bailando salsa y bailando  tan bien, me fascinó
Desde que tengo uso de razón, me encanta bailar, mis padres son salseros 100%, así que desde pequeña escuchaba la clave y me ponía a bailar, (hasta sola). Y poco a poco descubrí que es una de las cosas que más me equilibra y me llena de satisfacción, sonrisas y felicidad.
Comencé a tomar clases de salsa como un hobby y producto de un despecho jajaja, una de mis amigas me convenció en ir a una clase de salsa porque según ella era buenísima y eso me ayudaría a pasar la página… pero terminé yendo yo sola porque ella nunca apareció. Admito que tenía mis dudas, puesto que yo ya sabía bailar y no quería pagar por eso; pero decidí intentarlo y la energía de la gente que conocí me gustó e hice click rápidamente con muchas personas, así que me seguí asistiendo puntualmente cada semana.
Luego de unos meses, mi hermana se integró a las clases, y terminamos haciendo un buen grupo para salir a bailar y divertirnos. Así surgió la idea de participar en una competencia y nos fue tan bien, que decidimos continuar en la salsa como grupo independiente. Seguimos participando en competencias, exhibiciones y tres de nosotros decidimos abrir nuestra propia academia.
A pesar de los altibajos que tuvimos como equipo, (esto lo profundizaré en otro artículo), durante nueve años mis sábados los dediqué a bailar y bailar. Los primeros dos años únicamente como alumna y parte de un grupo de baile, pero del 2005 al 2012 como directora e instructora de mi propia academia de salsa, esto también implicó que sea coreógrafa, maquillista, peinadora, arreglista de vestuario, y mamá postiza de muchos de los chamos que durante largo tiempo asistieron puntualmente sábado a sábado.
Por épocas bailaba y daba clases prácticamente 24x7 y además de pasarla genial, también pude resolver muchos problemas económicos gracias a eso. Daba clases de lunes a sábado y los domingos entrenaba para presentaciones especiales. Teníamos ensayos en el local donde se encontraba la academia y fuera de los horarios regulares en muchos lugares, (la plaza cubierta de la UCV, el Parque del Este, mi casa -moviendo todos los muebles-, el salón de fiestas de mi edificio, etc), cada vez que había competencia lo único que desayunaba, almorzaba, cenaba y merendaba era salsa jejeje.
Mi mami siempre ha sido mi fan número uno, me acompañó en cada presentación, competencia o evento que realizaba. A veces nos preparaba el refrigerio y me permitía invadir la casa con vestuario, zapatos, maquillaje, alumnos, etc. Además era la camarógrafa oficial, la que organizaba la barra y la que siempre tenía la mejor sonrisa para recibirnos a todos. Mi papi también fue gran apoyo, pero definitivamente mi mami disfrutaba plenamente de todo el ambiente.

Para algunos de mis amigos fue una locura que yo dedicara tanto tiempo a la salsa, (me criticaban a mis espaldas jajaja), no entendían que eso era lo que realmente me gustaba, muchas veces se les notaba la molestia cuando yo no quería rumbear hasta tarde los viernes porque el sábado me tocaba jornada intensa de 9am a7-8 pm o no podía ir a la playa el domingo porque tenía ensayo. Otros en cambio, jamás me juzgaron, por el contrario, me apoyaron y hasta se sentían orgullosos de lo que yo hacía y muchas veces fueron a verme y disfrutaron del show, otros hasta clases particulares me pidieron, hoy en día siguen siendo mis amigos.

Yo salía de mi trabajo oficial para dar clases o ir a un ensayo, y la maleta de mi carro siempre estaba llena de cosas de la academia. Sin contar mi iPod que es 95% salsa jajaja. 
Le di clases a tanta gente desde niños de 6 años hasta adultos de 65. Preparé coreografías para cuadrillas de 15 años, bodas, actos escolares, fiestas, competencias, exhibiciones, etc. También di clases recreativas en empresas públicas y privadas, para grupos familiares o de amigos, en fin, todas las variaciones posibles y siempre lo disfruté 100%. 

En mis inicios reconozco que tenía terror de pararme frente al grupo de gente e “intentar” enseñarles a bailar jejeje, pero nunca me rendí, me dediqué a mejorar y siempre salí a dar clases con mi mejor sonrisa. Poco a poco fui ganando confianza y desarrollando más y mejores estrategias para la enseñanza. Hoy en día me siento orgullosa de haber enseñado a bailar a tanta gente que confió en mí y lo que más me llena es ver que eso ayudó a muchos a superar la timidez, ampliar su círculo social o simplemente pasar un rato agradable y sano. También aprendí mucho sobre la enseñanza de la salsa de un gran amigo y director de otra academia, quien siempre fue un gran apoyo y me acompañó durante todo este proceso.

En la academia siempre reinó un ambiente de alegría, confianza, compañerismo y solidaridad, llegamos a ser como una especie de familia grande, a pesar de las diferencias de todos sus integrantes. Logré hacer excelentes amistades que conservo a través de los años y aprendí muchísimo de todos y cada uno de mis alumnos, muchos de ellos son ahora parte de mi familia de corazón. A pesar que yo era súper estricta y hacía siempre cumplir las normas dentro de la academia, desarrollé una habilidad para hacerlo con respeto, humor pero siempre firme. Di y recibí respeto y mucho cariño de mis niños (así los llamo), es por eso que esta época tiene un significado tan especial para mí.
Yo me atreví a realizar mi sueño y le doy gracias a Dios por permitirme hacerlo. Simplemente ignoré los comentarios negativos y los complejos de la gente y me enfoqué en lo que yo quería hacer hasta que lo logré y aunque por razones de la vida tuve que poner en stand by la academia, ”mi academia”, "la academia que muchos extrañamos", puedo decir que disfruté intensamente todos y cada uno de mis días especialmente los sábados salseros, durante 9 años. Sé que pronto volveré a disfrutar de la salsa, las clases y la maravillosa energía y felicidad que eso me produce.

“Muchas veces la gente critica las cosas que no se atreve a hacer, no permitas que los complejos de los demás se interpongan en el logro de sus sueños, atrévete a realizarlos, ¡si se puede, confía en ti!”


Fotografía: Corbis.com

Thursday, May 28, 2015

¡Preguntas que se vuelven Incómodas y Respuestas que te Condenan!

¿Qué hacer cuando te preguntan?: ¿eres casada?, seguida de… ¿y tienes hijos?... Esa no es la parte incómoda, lo incómodo viene después que respondes: “no, no estoy casada”, “no, no tengo hijos” y te ponen una cara como si les acabaras de decir que tienes una enfermedad terminal o sumamente contagiosa. No sabría decir si sienten una especie de lástima o simplemente es una manera de “etiquetarte o segregarte” del resto del mundo que si tiene hijos o si está casado.

Luego viene la pregunta complementaria ¿pero cuántos años tienes?, como para ellos determinar “si ya te dejó el autobús”. Y yo me pregunto: ¿Dónde dice que todos tenemos que montarnos en el mismo autobús y a la misma hora? ¿Dónde dice que de hecho tenemos que montarnos en el bendito autobús? Lo peor viene si te atreves a decirles: “yo no me quiero casar” o “yo no quiero tener hijos”, ahí sí es verdad que te conviertes automáticamente en una especie de anticristo para ellos.

Otra pregunta que se torna incómoda es ¿tienes mascota?, y líbrate de todo mal si la respuesta es “no, no tengo mascotas porque no me gustan”. Eso para muchos es un pecado capital…

Después de haber respondido negativamente a una o todas estas preguntas comienzan los comentarios fuera de lugar como:

  • Nada como la seguridad de tener un hombre a tu lado
  • Una mujer no está completa hasta que es madre.
  • Si no tienes hijos te vas a quedar sola.
  • Si no tienes un perro no sabes lo que es amor verdadero.
  • Y muchos comentarios más que prefiero no mencionar.
Me parece normal que la gente pregunte por tu estado civil, si tienes hijos, mascotas, etc., así como es normal preguntar por tu profesión, deporte favorito, música preferida, o la comida que más amas. Todo eso forma parte de una conversación o interacción y todos buscamos situaciones o cosas que nos permitan conocer a las personas y encontrar aspectos que nos vinculen.

Lo que también debería ser normal es aceptar la respuesta que te den, sea cual sea. Parece que estos temas son más delicados que la religión o la política y hay personas con poca tolerancia a las opiniones o decisiones diferentes; por lo que terminan en momentos incómodos y hasta discusiones eternas. 

Es entonces cuando provoca responder con otra pregunta ¿Y tú eres de verdad feliz por el hecho de tener esposo, hijos o mascotas? Dudo que estas personas que te juzgan respondan de inmediato...

Puntualicé algunos hechos que vale la pena reflexionar:
  • Hay madres que llegaron a serlo “por accidente”, planificadamente, "a propósito", hay víctimas de abusos, y otras que criaron hijos ajenos por diversas razones. 
  • Existen padres maravillosos (como los míos y muchos buenos amigos y conocidos), pero también hay padres que no quieren a sus hijos, los maltratan, los abandonan, abusan de ellos, etc.
  • Presenciamos matrimonios hermosos como matrimonios que llevan años siendo infelices, llenos de infidelidad, agresión e irrespeto y también matrimonios de pura apariencia o conveniencia.
  • Están los que tienen mascotas muy lindas, que las cuidan como merecen; en contraposición están los que las tienen en espacios inadecuados, las dejan solas por largas horas y luego les pegan porque hicieron desastres en la casa, a los que no les importa que hagan sus necesidades en espacios comunes a otro vecino y mucho menos si muerde o ataca a otra persona, sin olvidar que se acuerdan de bañarlos cuando ya el olor no los deja vivir.
  • Cualquiera que sea la razón, fue una decisión personal traer a esos niños al mundo o aceptarlos en sus vidas, así como contraer matrimonio y comprar o adoptar una mascota (otro tema que genera controversia). 
"De ninguna manera estas decisiones garantizan que serán buenos padres y mucho menos implica que sean buenos seres humanos".

Nunca niego mi edad, tengo 40 años, soy divorciada, no tengo hijos y no tengo mascotas porque soy alérgica y además no me gustan (no las odio, simplemente no me gustan). Pero puedo decir con toda honestidad que ¡soy una persona feliz!. 

Me encantan los niños, me llevo de maravilla con ellos, y estoy felizmente rodeada de niños y adolescentes casi todo el día. Tengo muchos ahijados, sobrinos y hasta “hijos de corazón” pero no tengo ninguno propio. No considero que deba dar explicaciones del ¿por qué?, pero si bien es algo que me encantaría, no quiero hacerlo de manera impuesta o simplemente “para encajar en la sociedad”. Ser madre será una parte importante de mi vida, más no lo único importante en mi vida. Y si por alguna razón no consigo tener un bebé propio, es algo con lo que solo yo tendré que lidiar.

Vengo de una familia de cuatro: mamá, papá, mi hermana y yo. Para mí el cuarteto perfecto, aunque admito que muchas veces quise tener un hermano para que me hiciera la vida más fácil jejejeje (que se ocupe del carro, diligencias engorrosas, reparaciones y hasta darle unos buenos trancazos a quien se meta conmigo jajaja). Las únicas mascotas que tuvimos fueron pececitos de todos los colores y una mini tortuguita. Crecí rodeada de mucho amor, apoyo, pero sobre todo muchas sonrisas. Creo que el sonreír a rienda suelta es una característica de mi familia, siempre estamos echando broma y de cualquier situación sacamos un chiste, incluso disfrutamos chalequeándonos unos a otros. Todo esto siempre dentro de un ambiente de respeto mutuo y confianza.

Siempre me he sentido respetada por mi familia y dueña de absolutamente todas las decisiones que he tomado, y cada vez que me equivoco sigo siendo respetada y apoyada por ellos. Por esa razón no soy de las personas que pueda tolerar que “la juzguen” por las decisiones de vida que toma.


Fotografía: Corbis.com

Más allá de simplemente expresar mi opinión, quiero expresar mi molestia por aquellas personas que hacen sentir excluidas a otras por el simple hecho de no querer o poder casarse, tener un hijo, convivir con una mascota o realizar un proyecto de vida “obligatorio” para ser parte de un grupo. No estoy de acuerdo con que la gente juzgue las decisiones de vida de los demás sin siquiera conocer a la persona. Para mi es una cuestión de respeto y tolerancia a las diferencias. Cada quien tiene derecho a decidir cuándo y cómo realiza sus proyectos de vida o toma de decisiones.

Nadie tiene el derecho de hacer sentir mal a los demás por tener una situación de vida diferente. Todo en la vida cambia de un momento a otro, y muchas veces de manera radical, nadie tiene la felicidad garantizada por el simple hecho de haberse casado y tener cinco hijos y dos perros. 


Lo más importante es vivir la vida y dejar vivir a los demás, valorarse y ser feliz con lo mucho o poco que se tenga. 

Pero sobretodo dar y exigir RESPETO, esa es la clave de todo.





Wednesday, May 27, 2015

¡Descubriendo la Chef que hay en Mí!

Una de las mejores cosas que experimenté en mi periodo de recuperación y que a la vez fue terapéutico y me ayudó a sobrellevar la soledad, fue la cocina, si, la cocina!!!.

Si bien tuve un periodo largo de depresión, que me originó una especie de desorden alimenticio, también es cierto que cocinar de una manera diferente me ayudó a recuperar un peso saludable, las ganas de pararme de la cama, y aprendí a disfrutar de mi tiempo a solas creando cosas en la cocina.

Yo sabía cocinar, pero nunca me había puesto a inventar recetas o preparar platillos que consideraba difíciles. Sin darme cuenta comencé un estilo de vida interesante y aprendí a disfrutar cada cosa que preparo para comer, desde un simple sándwich, hasta un pasticho, un pabellón o una paella. Tengo una lista larga de platillos que perfeccioné y hasta inventé, lo que más me encanta preparar son desayunos, ensaladas y platillos con pescado y mariscos.

Cocinar me ayudó a controlar mi estado de ansiedad y hasta las taquicardias nerviosas que me daban, prácticamente desaparecieron. 

Hay detalles de la cocina que particularmente me ayudaban a calmarme, por ejemplo: 
  • Picar en trocitos pequeños todas las verduras y vegetales.
  • Combinar variedad de colores en los alimentos.
  • Agregar especias y hierbas aromáticas.
  • Decorar y arreglar la mesa y el plato que me iba a servir, aun cuando la única comensal era yo.
  • Limpiar y organizar la cocina después de terminar de cocinar (nunca pensé que diría algo así,jajaja). De hecho es un hábito que conservo antes de irme a dormir.

Me volví muy metódica y detallista para elaborar y servir cada platillo y aprendí a disfrutar de ese nuevo hobby. Me sentía orgullosa de mi misma cada vez que terminaba de cocinar y me sentaba a disfrutar de la comida. 


Increíblemente y sin planificarlo, la cocina se convirtió en MI LUGAR FAVORITO, a pesar que meses atrás era el rincón de mi casa que más miedo me producía, ya que me hacía sentir sola, triste, asustada, me recordaba cosas malas.

Cocinar me ayudó de muchas maneras, produjo grandes cambios positivos en mí (los cuales necesitaba con urgencia en ese momento), en pocas palabras “fue una especie de terapia complementaria para levantarme, recobrar la confianza en mí misma y volver a sonreír”.

No soy psicóloga, pero si tengo que resumir en una lista los beneficios que el arte de cocinar produjo en mí, los puntualizaría así:

  1. Disminuyeron mis niveles de ansiedad y angustia.
  2. Me produjo un efecto calmante y relajante (como el tilo o la manzanilla para algunos jejeje).
  3. Reforcé mi autoestima al ver lo rico y bellos que me quedaban los platillos
  4. Disminuyeron mis miedos al atreverme a probar con recetas o ingredientes nuevos.
  5. Mientras cocinaba, se borraba de mi mente cualquier preocupación o pensamiento negativo, por el contrario, me recargaba de energía positiva.
  6. Recuperé parte de mi sentido de la concentración, ya que en esa época me volví más dispersa que nunca.
  7. Me produjo y sigue produciendo alegría, felicidad y por lo tanto me hace sonreír.

Importante:

El kit perfecto que acompañó y sigue acompañándome en la cocina está formado por mi Ipad, UVideos y Netflix jejeje. Nunca he podido realizar una sola actividad a la vez, siempre necesito mínimo dos cosas para poderme concentrar. Así que además de los beneficios que obtuve cocinando, también me actualicé en todas las series, películas y novelas existentes.


"Por muy mal que te sientas, trata de identificar algo que te guste o te pueda producir un poquito de alegría, en las cosas más sencillas puedes encontrar la mejor ayuda que te puedas imaginar"


Fotografías: Propiedad de Sonrisas e Historias




Tuesday, May 26, 2015

¡Las Mentiras solo traen más Mentiras!

Todos hemos dicho una mentirita blanca alguna vez en la vida… Pero hay personas que eligen la mentira como un estilo de vida, así como lo leen: “UN ESTILO DE VIDA”. Cuando esto sucede es cuando todos los que estamos alrededor de los mentirosos nos vemos afectados de una u otra forma. Las mentiras siempre terminan en drama, dolor, lágrimas, decepción, ira, rabia, venganza y una cantidad de sentimientos negativos que solo destruyen y destruyen.

Me costó mucho aceptar que había unido mi vida a un mentiroso, y eso desencadenó una serie de eventos que pasaron de ser desagradables a dolorosos e incluso destructivos. Cuando descubrí las mentiras de mi pareja (hoy en día ex-esposo), pasé días y hasta meses tratando de entender, justificar o buscar una explicación a todo el daño que esto me hizo, y le hizo a mi familia y amigos. Lo único que logré con esto fue perder el tiempo, porque no hay explicación posible ni suficiente para justificar el engaño y el daño que recibe una persona que confía y entrega de corazón, su tiempo, dedicación y muchas otras cosas más, hasta dinero.

Después de mucho tiempo… entendí que los mejores remedios para enfrentar las consecuencias de las mentiras recibidas fueron el tiempo y el enfoque, (así de cursi pero cierto). No hay nada que se pueda hacer para remediar el pasado, tampoco sirve auto flagelarse por sentirse débil, tonta, confiada, etc.; muchos CAEMOS POR INOCENTES alguna vez en nuestra vida y eso no es ningún pecado, eso es ser HUMANO, lo importante es analizar bien toda la situación y determinar lo que queremos hacer de allí en adelante, porque el futuro si lo podemos planificar y cambiar.El sentirme engañada afectó mi autoestima, mis ganas de vivir, los planes que tanto había anhelado, mi salud, hasta mi aspecto físico. Descubrir que había estado viviendo un mundo de mentiras fue demasiado fuerte para mí en ese momento y pues lamentablemente me derrumbé y empecé a deteriorarme en muchos aspectos de mi vida.

No sabría decir exactamente en qué momento o que cosa me hizo reaccionar y despertar a la nueva percepción de vida que tengo hoy en día, pero sí puedo decir que una vez que empecé a levantarme, la mejora fue progresiva.
Tengo que agradecer a mi gran amigo Luis por haberme sugerido y recomendado trabajar con una excelente psicóloga, que más que hacerme terapia, lo que hizo fue escucharme, entenderme y guiarme en ese camino de reconstruir mi vida y levantarme de esa profunda decepción que sufrí. Me ayudó muchísimo el pedir ayuda profesional, ya que poco a poco me estaba hundiendo en la tristeza y no podía siquiera realizar cosas tan simples como tomar una ducha, comer, peinarme o hacer la cama, mucho menos pensaba en salir de mi casa o comunicarme con nadie.

Esta terapia me permitió aceptar lo que para mí era inaceptable, me ayudó a entender que no tengo control sobre las malas acciones de los demás. Lo más importante fue entender que yo si merezco que me pasen cosas buenas, pero para disfrutar de ellas, inevitablemente debo lidiar con las malas también y saber equilibrar mi balanza personal con cosas positivas, con cosas que me llenen y me hagan feliz. Para ello tuve también que dejar de hacer y dejar de permitir cosas que sencillamente no me gustaban así como no aceptar situaciones sin beneficio alguno para mí, todo esto sin sentir remordimientos.

Yo siempre había tenido una personalidad dominante pero no impositiva, siempre estaba dispuesta a expresar lo que pensaba y sentía, sin embargo con mi pareja permití muchas cosas que me llevaron a todo este desenlace dramático y doloroso.

No puedo decir que hoy en día tengo la vida perfecta, puesto que aún sigo lidiando con mis problemas, pero lo que si me llena de satisfacción es que todos los días me voy a dormir satisfecha con mis acciones y decisiones del día y me levanto con ganas de seguir buscando alternativas para enfrentar mis problemas. Me siento satisfecha con la persona que soy, me siento feliz de haber dejado atrás el lastre que me impedía sonreír y vivir, y sigo en la constante e interesante búsqueda de la felicidad, ya que eso es algo se convirtió en un hábito sano para mi vida.

Hoy en día evito engancharme en relaciones o situaciones que no me producen felicidad, alegría o por lo menos tranquilidad y confianza. Le doy el lugar y tiempo que considero justos a cada persona en mi vida. Antepongo mis necesidades a cualquier favor o ayuda que pueda ofrecer, porque definitivamente esta frase es muy cierta “PARA PODER AYUDAR A ALGUIEN MÁS, PRIMERO DEBO ESTAR SEGURA QUE YO ESTOY BIEN”. Y lo más importante, cuando siento que alguien me dice mentiras o se quiere aprovechar de alguna forma de mi confianza, tomo una de estas dos acciones: se lo digo de frente para que no me vea la cara de tonta, o me alejo definitivamente para no contaminarme.

Evito o modero mi interacción con personas misteriosas, complicadas, que siempre tienen un cuento o excusa para todo, las que quieren jugar al vivo, las que nunca tienen tiempo para nada, las que dicen que “todo lo saben”, en fin, trato de rodearme de gente con energía positiva y que comparta mi sentido dela moralidad y convivencia sana.


Trato de vivir mi vida un día a la vez y sobre todo VIVO cada momento como el más especial de todos. Esto no me garantiza el no volver a equivocarme, pero si me permite disfrutar más y establecer mis prioridades para sentirme mejor en todos los sentidos.


Fotografía: Corbis.com


¡Mi Desayuno Favorito!

Uno de mis desayunos favoritos son las panquecas de avena, canela y almendras, es un desayuno completo, nutritivo, saludable y muy sabroso, bueno para mí todo lo que tiene canela es sabroso (excepto el chicle jejeje).

Me gusta acompañar las panquecas con frutas, yogurt y un rico cafecito negro :)  Eso es lo que significa felicidad matutina para mi OMG!!!.

Este desayuno tiene muchísimas cosas positivas, es bueno para:

  • Los que están tratando de perder peso.
  • Los que quieren mantener su peso.
  • Los que tienen problemas digestivos.
  • Los que necesitan recargar energía para enfrentar las actividades del día.
  • Los que sencillamente quieren comer sano.
  • Grandes y chicos.


Otra cosa buenísima es que le puedes hacer muchas variaciones de acuerdo al gusto del consumidor como:

  • Agregarle cacao en polvo sin azúcar, y usarlo como merienda saludable para los niños.
  • Cambiar las almendras por avellanas, nueces o cualquier otro fruto seco.
  • Agregarle manzanas u otra fruta picadita a la mezcla y cocinarlo todo junto.
  • Utilizar distintos endulzantes naturales o de bajas calorías. A mi me encanta usar dátiles o trocitos de piña que además le dan un rico y dulce sabor.


Aquí les dejo una receta fácil, rápida y deliciosa para dos porciones:


Ingredientes:


  • 1/3 taza de avena
  • 2 claras - 1 huevo - una cucharada de linaza (lo que prefieran)
  • 1 cucharadita de chía (opcional)
  • 1 cucharadita de canela
  • 1 cucharadita de vainilla
  • 1 sobrecito de stevia - dos dátiles - 1 chorrito de miel (lo que prefieran)
  • ½ taza de agua
  • 1 puñadito de almendras (12 a 15 almendras)

Preparación:


  1. Mezclar todos los ingredientes en la licuadora por 2-3 minutos haciendo pausas cada minuto hasta obtener una mezcla homogénea y solo un poquito más espesa que la de las panquecas originales.
  2. Dejar reposar un minuto. Si la mezcla se pone muy espesa, agregar otro chorrito de agua.
  3. Colocar la mezcla en un sartén de teflón previamente caliente, dejar cocinar a fuego moderado por un minuto aproximadamente. Despegar con una espátula de silicón, voltear, esperar otro minuto y retirar.
  4. Servir con dos cucharadas de yogurt descremado o griego natural y agregar una porción de la fruta de tu preferencia picadita (una banana, una manzana, una pera, un durazno, media tasa de fresas, etc.).
  5. Acompañar con una tacita de café y a saborear.

“El desayuno es la comida más importante del día, lo necesitamos para cargar energías después de una noche de descanso y así rendir durante el día. Es el combustible inicial del día, no salgan de casa sin desayunar”


Fotografía: Propiedad de Sonrisas e Historias



Sunday, May 24, 2015

Una Sonrisa 100% Auténtica

Una de mis características más elogiadas desde que tengo uso de razón, ha sido mi sonrisa. Y modestia aparte, tengo que reconocer que es una de las armas que más he usado en muchas oportunidades para conseguir lo que quiero jejeje.

Más allá de lo estético, creo que es la manera particular que tengo para usarla, cosa que me identifica y describe rápidamente. Me encanta sonreír, me gusta sentirme feliz y transmitir esa felicidad a los que quiero y me rodean. Incluso en los momentos más difíciles, casi siempre he podido sacar mi mejor sonrisa.

Una sola vez sentí que se me apagó por completo la sonrisa, y se me apagó por mucho tiempo. Me costó mucho trabajo poder recuperarla, pero afortunadamente lo logré y hoy en día sonrío "de oreja a oreja" desde lo más profundo de mi ser (aunque suene cursi). Como me dice mi hermanita “Tienes la sonrisa más bonita que se ha cosechado y es 100% auténtica”.

Otra frase importante en mi vida, que también repite mucho mi hermanita es “Que nadie te quite la sonrisa”, parece una frase pre-fabricada, pero es una de las mejores frases que he escuchado.

Permití que me quitaran la sonrisa el 02 de julio de 2012, una de las experiencias más duras, injustas y crueles, que me ha tocado vivir, y fue hasta el 04 de septiembre de 2013 que la pude recuperar por completo. No fue fácil, estaba sola, en una ciudad desconocida, sin dinero, sin familia cerca, tuve que prácticamente tocar fondo, perdí 15 kilos (25% de mi peso total, y yo no estaba pasada de kilos precisamente), pasé por desórdenes alimenticios, tuve que tomar muchísimos medicamentos, antidepresivos, terapias, pero a pesar de lo mal que me sentí, nunca dejé de luchar, aunque muchas veces tiré la toalla (lo reconozco), literalmente me arrastré para levantarla otra vez, y cuando no pude más... tomé la valiente decisión de pedir ayuda y gracias a Dios lo hice.

Aun cuando yo me aparté de todo; mi familia y amigos siempre estuvieron en contacto por teléfono o FaceTime, desde Caracas, Lima, Miami, etc., pero fue hasta que yo tomé la decisión de pedir la ayuda que necesitaba, cuando empecé realmente a mejorar. Desde entonces, desde el día que recuperé mi sonrisa, “pase lo que pase”, me levanto todos los días sonriendo más que nunca y agradecida por la nueva oportunidad que la vida y Dios me dieron y recordando la frase de mi Sis “Que nadie te quite la sonrisa”.

“Por más duras que sean las cosas, hagamos el mayor de nuestros esfuerzos por salir del agujero, aprendamos a pedir ayuda, de verdad hay millones de razones para sonreír, para vivir, para seguir adelante.

Todas esas razones y motivos por más pequeños que sean, son suficientemente válidos, solo tenemos que mantenernos en una constante búsqueda de la felicidad, es nuestra obligación, y créanme SI SE PUEDE”



Fotografía: Propiedad de Sonrisas e Historias

¡Bienvenidos a Sonrisas e Historias!

La primera vez que pensé en escribir un blog, me dio miedo, me sentí intimidada, pensé que estaría comprometiendo mi privacidad y decidí ponerlo en stand by, al rincón de los proyectos olvidados.

Luego decidí escribir algunos artículos para otro blog y me sentí mucho más cómoda expresándome de esa forma. Pienso que en ese momento no estaba en condiciones de escribir un blog para mi sola, además no sabía cuál sería el propósito de escribir en un blog, ¿desahogarme?, ¿hablar mal de alguien?, ¿culpar al mundo de mis problemas?, nada de eso me interesaba.

Después de más de un año, me siento más segura, más decidida y sobre todo con unas inmensas ganas de expresar y compartir lo que siento y pienso, desde las historias más tristes, hasta las más felices, pasando por las anécdotas tontas, graciosas y hasta las dramáticas. Incluso me parece interesante compartir experiencias de cosas que he presenciado en la calle sin ser yo la protagonista de la historia.

¿Cuál es mi propósito en este momento? Compartir mis experiencias u opiniones, encontrar personas que hayan pasado situaciones similares y quieran también compartirlas y así aprender mutuamente de esas experiencias, expresar libremente lo que me hace feliz o lo que me pone triste.

Para hacer un resumen:
  • Desde principios del año 2012 me fui a vivir a EEUU, por distintas razones tuve q volver a Venezuela en diciembre 2014, luego me fui un ratito a Chile, haciendo algunas paradas en Perú, Panamá y Argentina. Ahorita, por razones de salud, volví a EEUU sin saber todavía cual será mi próximo destino.
  • En los últimos tres años me tocó vivir cosas que jamás imaginé, sufrir decepciones gigantes, enfrentar problemas económicos serios, perder casi todo lo que construí durante años, luchar contra problemas de salud terribles, etc. Pero lo que me mantuvo “VIVA” y me ayudó a levantarme una y otra vez, fueron mi gran fe en Dios y mi familia y amigos incondicionales que a pesar de la gran distancia física jamás me dejaron sola.
  • También me tocó conocer personas maravillosas y descubrir habilidades en mí que desconocía, cosa que hoy en día me hace muy feliz, y son cosas que también quiero compartir.
  • No soy escritora, esto no es un best seller, por lo tanto no quiero hacer un recuento cronológico de mi vida, tampoco es un antes y después de… Así que encontraran posts de historias muy rudas seguidos de otros llenos de alegría, o simplemente de una receta de cocina que me gusta, un recuerdo de mi infancia, una recomendación de una película o programa de TV o simplemente un chiste.
  • No espero ser comprendida por los que lean mis historias, ni tampoco ser juzgada y mucho menos pretendo tener la razón absoluta. Son libres de leer o ignorar mis posts. Pero lo que si tengo es una sincera intención de compartir mis vivencias, mis historias. Espero lo disfruten y si sirve de al alguna manera para inspirar a alguien o sacarle una sonrisa, me sentiré complacida.
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Fotografías: Propiedad de Sonrisas e Historias

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